Queridos hermanos:
Soy un indio. Nos llaman asi' por error histo'rico. A lo largo de quinientos a~nos, este gentilicio se transformo' en un epi'teto estigmatizador utilzado para discriminar y humillar a los hombres originarios de esta vasta tierra que hoy conocemos como Ame'rica. Es asi' que este te'rmino usado en relacio' n a nosotros, ha llegado a convertirse en un significante que expresa toda gama de significados esteriotipados y prejuciosos, a los nacidos desde siempre en este espacio geogra'fico.
Hoy, nos endilgan con este te'rmino los extrangeros e inclusive, los que llevan en sus venas nuestra sangre y comparten nuestro espacio vital. Por ello asuminos esta denominacio'n para, desde una situacio'n de humillacio'n hacer escuchar nuestra voz silenciada por siglos; para luchar por la paz por esa paz que se construye con la lucha comunitaria cotidiana; para reclamar nuestra personalidad histo'rica y el derecho a ser y crecer tal como somos: convidadndo la vitalidad de nuestro haber cultural y apropi'andonos de todos los pueblos del mundo.
Randipac llamamos nosotros a ese acto de dar y escribir.
Nuestra decisio'n poli'tica de ser y de crecer tal como somos y anhelamos, nos a puesto en frecuentes confictos con los gobernantes de turno que sue~nan con la ficcio'n de que conducen una sociedad ideal donde todos son ide'nticos, homoge'neos y abrazan al neoliberalismo como 'unico paradigma de desarrollo.
proponemos un paradigma de vida: unidad en la diversidad.
A causa de esta decisio'n poli'tica, desde l 13 de junio de 1994 vivimos una situacio'n de conflicto general. Pues, el gobierno ecuatoriano, con el apoyo de la derecha poli'tica pretende poner en vigencia una Ley Agraria Para nosotros esta ley significa la muerte como entidad biolo'gica y como entidad cultural de nuestros pueblos, porque rompe los principios de organi- zacio'n poli'tica, econo'mica y simbo'lica del espacio comunitario. No acep- tamos aquella metamorfosis que nos obliga a pasar de la reciprocidad, a la redistribucio'n y la complementariedad a las relaciones mercantiles de com- pradores y vendedores. Por esto agotamos nuestra predisposicio'n al dia'logo.
El Gobierno no nos prestko' atencio'n. Optamos entonces, por la u'nica alter- nativa que nos quedaba: la movilizacio'n paci'fica de las comunidades para hacer oir nuestra voz de inconformidad a los gobernantes.
-No al etnocidio si' a la vida con la especificidad cultural!
El gobierno respondio' con el silencio. Ese silencio calculador condujo a un malestar generalizado en el pai's y revivio'un racismo latente por a~nos en la mentalidad colonizada de muchos que se dicen ser "blancos". Esta herencia men- tal colonial estallo' con violencia en Ca~nar, una peque~na provincia andina ubicada al sur del Ecuador; es cuna de los ca~naris y de la grandeza incaica, aqui' se encuentar el castillo de Ingapirca. Su poblacio'n mayoritaria es india y pertenece a la nacionalidad quichua.
Aqui' los indios fuimos atacados planificadamente por un grupo racista del cen- tro urbano de la cabecera cantonal (sono' la sirena como se~nal de ataque, una radio local incito' al pueblo, hubo grupos organizados fuertemente armados, tan- to para el incendio como para cerrar los accesos indi'genas a la ciudad, no intervinieron las autoridades, los centros me'dicos pu'blicos negaron atencio'n a los indios heridos, los bomberos intervinieron so'lo cuando el fuego se extindi'a a una iglesia que esta' en los predios de la organizacio'n indi'gena y la mentira del envenenamiento del agua para alarmar a toda la gente y volcar- las contra nosotros). Este grupo de una manera criminal y salvaje, incendio' saqueo' y destruyo' nuestra sede social donde funcionaban varias oficinas, talleres de todo tipo y otros servicios, entre ellos, la Direccio'n Provincial de Educacio'n Intercultural Bilingue; asesinaron e hirieron a decenas de herma- nos indi'genas y lanzaron a los cuatro vientos la infamia de que los indios habi'amos envenenado el agua, de que habi'amos saqueado almacenes y ma's infun- dios que so'lo pueden caber en mentes enfermas por el odio y los prejuicios racistas, ya que jama's sucedio'. Tama~na mentira de los "blancos" y "civilizados".
Pero quemaron nuestra casa y pretendieron y genocidio!
Nosotros decimos al mundo que somos un pueblo de paz. Un pueblo que sufre, sue~na y lucha por una sociedad justa y solidaria, somos un pueblo digno, altivo y valiente que luchamos contra el silencia engendrado por el poder, porque estamos convencidos de que luchar contra el silencio del poder o contra el poder del silencio, es luchar por la vitalidad de la memoria, contra el olvido y la muerte.
Hermanos, tienen en nosotros la mano fraterna que anhela junto con ustedes una sociedad distinta donde reine el amor y la paz. Invitamos a la solidaridad sin fronteras y participamos nuestra profusio'n de esperanza para recpnstruir desde la ceniza nuestro techo... para eregir un monumento a la memoria contra el olvido ....
POR LA SOLIDARIDAD Y LA VIDA
ARMANDO MUYULEMA
C.I. 030089091-0
Nota.- Atendemos llamadas la tele'fono 235198, Ca~nar, para ayudas econo'micas esta abierta una cuenta de ahorros en el Banco de la Previsora Cta# 120009429-7 de la Organizacio'n UPCCC.